Inquietos recuerdos del pasado
que enturbian las largas noches de cinco horas,
inquietos recuerdos del pasado
que se vuelven presente en mi almohada desgastada y mareada,
inquietos paseos en la noche,
vagando sin rumbo por las calles mojadas de las lágrimas derramadas,
solo con un pañuelo que ya empapado no seca nada.